PALOMA
ÁLVAREZ GARCÍA. ELIZABETH MILAGROS HERNÁNDEZ QUISPE. 4º A
Dejando de
lado las horas de siesta y el intento de deshacernos de nuestra amiga vaguería,
atengámonos a la manera correcta de ponerse a estudiar o por lo menos de intentarlo.
Es necesario
encontrar un cuarto del puedas echar a todo el mundo, incluso a la vaguería,
que seguirá incordiando en la puerta. A continuación (una ropa cómoda te lo
puede hacer más fácil) se recoge un poco el cuarto, solo lo necesario para que
quepa el libro y el boli. Después se mira el móvil, como excusa para ver la
hora que es y el tiempo que te queda. Cuando empiezas a estudiar, las musarañas
invaden tu cabeza. (Consejo: spray anti musarañas, una vez eliminadas, logras
concentrarte).
En algunas
ocasiones puede interrumpirte una mosca que pasa cerca del oído. Es habitual
que, inconscientemente, la busques y
cuando la encuentres, la sigas (¡OH! Qué bonitas alas, qué ruido tan
fascinante) y he aquí una musaraña en tu cabeza…
SOLUCIÓN:
vuelta a fumigar.
Una vez
tranquila/o logras poner atención al libro, si haces resúmenes te resultará más
sencillo; si no sabes, no desesperes y léelo varias veces. Cuando lo hagas,
repite el tema una y otra vez, algo al final te sabrás.
Típica moraleja:
Quien algo quiere algo le cuesta.
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