miércoles

San Cristóbal de los Ángeles. Una historia (2ª parte)

LUIS F. GUISASOLA

  Gabriel volvía a casa del instituto. Aunque sus abuelos pensaban que por primera vez volvería contento del centro, volvió igual de enfadado que había vuelto siempre desde que vivía allí. Aun así, fue la primera vez que no se molestó si quiera en replicar.

  - ¿Qué te pasa, querido?- preguntó la abuela de Gabriel.

  - No me apetece hablar de ello- dijo Gabriel con una leve sonrisa.

 Pasó el día y Gabriel no decía palabra alguna.  Llegó la noche y la abuela de Gabriel decidió ir al cuarto a terminar la historia que le empezó a contar el otro día. Al entrar al cuarto, la abuela se encontró a su nieto callado y leyendo un libro.

  - ¿Qué quieres?- dijo Gabriel con tono débil.

  - Venía a acabar la historia.

  - No, gracias- respondió Gabriel.

  - ¿Por qué?- preguntó la anciana.

  - En el instituto tuvimos que hacer una redacción sobre el barrio- explicó Gabriel-, y descubrí por un par de compañeros que lo que me contaste...no era del todo cierto.

  - ¿Y que opinó el resto?- preguntó la abuela.

  - Nada- contestó Gabriel-, soy el único cuya familia lleva en el barrio desde hace cincuenta años y ninguno de la clase conoce la historia del barrio.

  - Y si tus compañeros no conocen la historia del barrio… ¿por qué les crees ante lo dicho por tu abuela?- preguntó la abuela con un poco de réplica en sus palabras.

  - No sé- contestó Gabriel.

  - ¿Entonces quieres oír la historia o prefieres creer lo que te digan los demás?

  - Oír la historia- dijo rápidamente Gabriel.

  - Veamos… pensó la abuela-. En los años 1980 hubo muchos cambios importantes en toda España: hacía cinco años desde que Franco había muerto y ahora en este país había una monarquía constitucional  y las drogas empezaban a devastar el país.

 En cuanto a nuestra historia, supongo que hemos de empezar por la construcción de las torres y el traslado al barrio de la etnia gitana en 1983 y los primeros inmigrantes del barrio, provenientes del continente, poco después.

  - ¿Qué pasó cuando llegaron?- preguntó Gabriel.

  - Con los inmigrantes no hubo problemas, pero a muchos vecinos les costó acostumbrarse a las personas de la etnia gitana- explicó la abuela.

  - ¿Por qué?- preguntó Gabriel-¿ Qué más da que sean gitanos o de cualquier otro pueblo o etnia?.

  - Eso le decía yo a mi hermano cuando se unió a los vecinos- dijo la abuela.

  - ¿Qué hacían los vecinos?

  - Digamos que en aquella época todos éramos muy revolucionarios- explicó la abuela intentando no dar demasiadas explicaciones-. Cambiando de tema, las drogas hicieron acto de presencia en España trastocando las vidas de los españoles, y por supuesto esto incluye a los vecinos de San Cristóbal.

  - ¿Cómo cambiaron las cosas con las drogas?- preguntó Gabriel con entusiasmo.
  La abuela de Gabriel dejó de hablar por unos segundos que para él se hicieron eternos.

  - Madres llorando- explicó la abuela con una lágrima en un ojo-, padres histéricos, personas fallecidas por sobredosis, niños pequeños preguntando a sus abuelos donde están sus padres…

  La abuela se quitó la lágrima y miró a su nieto con sus ancianos ojos castaños.

  -  Tú dices que la gente de este barrio es mala, pero los únicos villanos eran aquellos que lo permitían- Gabriel se sintió mal al ver los ojos de su abuela sin saber si estaba triste o si estaba enfadada-, y lo mismo debieron de pensar en este barrio pues la gente hacía caceroladas por las calles revelándose como los defensores de nuestros derechos que siempre hemos sido aquí.

  Gabriel vio cómo los ojos de su abuela habían pasado de ese estado deprimente a brillar con una ilusión que para sí quisieran las jóvenes de quince años.

  Cada vez más interesado, Gabriel exigió a su abuela que continuara.

  - No hay mucho más que decir- contestó la abuela-, durante los noventa el barrio apenas cambio,  con el único cambio de la llegada de cantidades importantes de familias inmigrantes que se trasladaron al barrio.

  - ¿Y ya está?- preguntó Gabriel un poco decepcionado.

  - Bueno… lo único que ha cambiado en este siglo ha sido por un lado la gran disminución del consumo de drogas no sólo aquí, sino en toda España.  Se instauró el metro y  varios edificios sufrieron cambios: desde un simple cambio de fachada hasta ser derruidos y vueltos a levantar- dijo la abuela-. Porque así funciona el barrio: puede caer, pero siempre volverá a levantarse más impresionante que la anterior vez.

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